Sueños:Matrix 4 - Devoluciones
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Notificación: Este artículo forma parte del espacio de nombres de Sueños. Pretende registrar, de manera generalmente fideligna, un acontecimiento tal y como se presentó en el ámbito onírico. No conforma por sí mismo canon en los Omniversos del Bestiario. |
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El Sr. Anderson es un indigente que vive tirado en la calle, a la entrada de un depósito al que se entra con vehículos. Este edificio es extremadamente grande. Todo hecho con concreto. Sin embargo, casi nunca se entra o se sale de él.
El cemento gris liso y pulido es la única cama del que sería Neo. Una manta desgastada y barata su única pertenencia, áspera e insuficiente.
Quienes usan el depósito regularmente lo maltratan, golpean y patean aún cuando duerme. No hay Sol, nubes ni cielo; no hay día ni noche. Únicamente las formas y superficies se implican, como si estuvieran hechas de pura geometría y textura.
Una hora como cualquier otra y que sin embargo no es. Los dueños del depósito van a entrar con sus camionetas. Comienza la rutina de golpear al "maldito indigente" para que se corra (mueva un poco de la entrada) y deje pasar los vehículos al abrirse la pesada cortina de metal y las puertas de acero plastificado.
Pero el Sr. Anderson no se mueve esta vez. Unos golpes más, unas patadas más. Sin embargo, al levantarse la manta raída, sólo se encuentran unos anteojos de aviador y una bola de ropa vieja, insinuando al ausente.
"Muy raro", "Pasemos".
En el interior los secuaces y el amo comparten espacio pero no jerarquía. Hay un papel. Un enigma que decodificar. El edificio es grande como el mundo. Quizás es el mundo.
Piso 641. Habitación 33-ACC. El papel manda a retirar una caja fuerte de contenidos desconocidos. Pero la caja no está ahí. ¿El Sr. Anderson se podría haber adelantado? ¿Pero cómo?
Alguien debe tomar la culpa. A un secuaz lo reprimendan y le dislocan una muñeca. Órdenes del jefe, pero él no se contiene y a su "compadre" también le disloca una. Se reciprocan con más torceduras de brazos y de hombros. Uno de ellos se cansa y activa sus armas: Revólveres biomecánicos colocados dentro de sí. Dispara al otro. Ocurre un tiroteo donde ninguno de ambos queda impune, ni se deja de mover con extrema ya dificultad. Las heridas son secas, como si no tuvieran sangre. El jefe ya se ha ido a hacer otra cosa; esos imbéciles le resultan sacrificables.
Frente a ellos se revela otra figura, la del Elegido, con sus icónicos lentes negros y traje impecable. Intentan apuntar y disparar, pero en su lamentable estado sus reflejos fallan, y sus balas pareciera que rebotan. Son despachados sin dificultad.
En el poder del elegido la caja fuerte. En sus manos ahora las tarjetas impresas con las instrucciones.
La Matrix cambiará de nuevo.
Pero si no fue antes para mejor, ¿Lo será ahora?
⚜️[editar]
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Sueño del 27/09/2021 (aprox., probablemente), antes de que fuera liberada la película de Matrix 4 oficial.
