Sueños:La toxicidad de los aviones

De Bestiario del Hypogripho
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Pretende registrar, de manera generalmente fideligna, un acontecimiento tal y como se presentó en el ámbito onírico. No conforma por sí mismo canon en los Omniversos del Bestiario.

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La toxicidad de los aviones[editar]

Una especie de casa-escuela cerca de una pista de despegue, al lado de una gasolinera. Miramos cómo los aviones salen de cerca. Con otros niños comparamos sus diseños y decimos nuestros favoritos. Aviones que recuerdan a un elefante y otros a una gaviota. Todos blancos.

Pero me pregunto, ¿Cómo los aviones hacen para atravesar los edificios? Es como si tuvieran una especie de noclip de bordes resplandecientes. Nadie sabe responderme. La superposición de la materia no debería ser posible, sin embargo en este mundo la miramos como si fuera normal. Como en una especie de videojuego, claro, pero sin ninguna noción de virtualidad.

Cuando los aviones despegan y atraviesan los edificios, estos bordes resplandecientes puede que estén al rojo vivo. Fuego líquido y metal fundido caen a través de la escuela y en la playa de la estación.

Con espumas, aguas y otros aditamentos hay que extinguir las llamas que a veces amenazan consumirlo todo, dentro y fuera.
También cienos espesos verdes, tóxicos souvenires de la civilización industrial, que hay que neutraliar con chorros a distancia, aún para proteger a otros niños.

Pero seguimos mirando a los aviones como dioses de la ingeniería, ídolos hechos por el hombre, seres distantes y no malévolos; a lo mucho indiferentes, atravesando la estructura más allá de nuestros límites, y las leyes de la lógica. Dándonos un sonido tan severo como ineludible, y una visión cercana hasta el punto en el que podemos distinguir los bulones y las soldaduras.

Despegando el aeropuerto cubierto del edificio atravesable que llega hasta los límites de nuestra estación; aeropuerto al cual, por alguna extraña ley metafísica, nunca podremos entrar.

Los caprichos de los pájaros[editar]

(Sueño probablemente anterior, pero del mismo día, que escribo con más retraso)
Las rocas de mar están cubiertas del guano de las aves. Blanca, pero prácticamente sin olor; por lo menos en esos mares borrascosos y distantes de un Sur ficticio. Pero si esto es el Sur, ¿Cómo puede ser también el norte? Y si aquí estaba el mar, ¿Cómo puede ser un valle en medio de las montañas? Todo seco y perdido. La ciudad sólo es accesible por bus. Una plaza marchita me espera. Yo no la espero. Un escalón de concreto se suponía toda mi compañía. Eso, y un folleto turístico.
Llega ahí Andrea. Ella me buscó. Ninguno de los dos tenía mapa. Ella no podía saber donde yo la buscaba. Yo no podía saber que vendría. El norte es el sur. Las montañas son el mar. Las gaviotas están en el centro del continente. Las montañas nevadas, ¿Son guano de pájaro?
Estas son las mentiras que me dijiste. Estas son las mentiras que te creí. Pero, ¿Alguna vez, algo fue verdad?
El abrazo sigue siendo cálido.

⚜️[editar]

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del 23 o 24/11/2021