Sueños:Guardaespaldas de Putin

De Bestiario del Hypogripho
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Era difícil saber si Rusia había caído o acaso el mundo entero. De toda la civilización humana no quedaba nada, nada de nada. Bueno, nada salvo un extraño edificio en ruinas, y unos oficiales del Kremlin. Al menos, en mi entorno inmediato...

Yo era el guardaespaldas de Putin, considerado un latinoamericano bruto y poco brillante, pero confiable. Podía entender el ruso, pero lo hablaba mal y poco. Putin era para este personaje una especie de figura paterna, severa y en ocasiones distante, pero justa. El guardaespaldas era grande y musculoso tal vez era más cercano a Putin que ninguno de los oficiales.

El edificio era una especie de cuadrado, cuyo centro estaba vacante; más una serie de pasillos y galerías de oscura y vieja madera entre los claros del bosque que una construcción centralizada y coherente. Por fuera los bosques verdes se extendían altos, húmedos y cubiertos de niebla. Caminábamos en estas galerías con quién sabe qué sentido, si es que había alguno. Tal vez estábamos al sur de Siberia, o en una Siberia del sur. Quién sabe.

Llegó la hora de merendar y Putin mencionó cómo "yo" le caía bien y como él sabía que podía confiar en mí porque en esa merienda preparamos la misma bebida de la misma forma de manera independiente (una especie de leche, quizás de almendras, en un alto vaso de vidrio con una larga cuchara metálica). Parecía una coicidencia, pero nada más. Me excusé porqu debía ir al baño, diciendo qu volvería pronto. Pero el baño más cercano staba ocupado por un bajo pero corpulento hombrecillo-sargento que no quería dejar de usarlo por nada del mundo. Me dirigía hacia otro, pro el camino se me hacía largo y me perdía entre los pasillos semi-exteriores del "edificio". Me parecía que Putin estaría justificadamente furioso conmigo por abandonarlo. No recuerdo más.

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