Relatos:Alhaxís, el huevo filosofal

420px|miniaturadeimagen|Un huevo filosofal elaborado por Walter Blanco.

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En una taberna perdida en los ancares, do muchos villanos se embriagavan e jugavan al dominó, un ome que non conosçía de nada, mas con quien me calentava cerca del fuego, me contó esta estoria.

Era un día seco e solano, como mandan los cedazos. En Mariandor, un labrador se aparejava a fazer un rito que solían fazer los del sur: coger el quife, el polvo de oro que llaman polen e que es la raíz de toda mota mágica. Mas este labrador sabía una cosa: que quando cogía el polen de sus propias motas, lo apretava en goma e lo fumava, non se paresçía en nada a lo que vendían por polen, e menos al malo apaleado de ficha. En breve, lo suyo le alegrava; lo otro le adormecía. Al comienço non quería saber nada del alhaxís. Como se avía acostumbrado a gozar de su propia sementera, non le plazía fumar nada que non fuera suyo. “Yo fumo por placer, e lo que venden non me da sino dolores”, nos dixo. “E es caro”. Pensó, con razón, que la mala calidad del apretado que vendían los mercaderes, venía de la mala simiente, o del mesmo fazer del apretado. “Yo non sabía cómo se fazía el apretado, ni me cuidava mucho. De quando en quando, alguno sacava un polen caro e todos se quedavan dormidos; yo me liava una mota, e todos volávamos. Más de uno se ha mudado de parescer desde entonçes”, se rió.

El misterio del precio se le mostró el día que tornó un amigo del moro e le enseñó lo que avía visto. Con un pedazo de tamiz de ferralla de gorgón e unas motas, sacó e apretó polen para un canuto. Lo fumaron allí mesmo, e el labrador se quedó pasmado: “Era el mejor alhaxís que avía probado, e venía de mis propias motas. Hasta mi amigo se maravillava; me deçía que ni en Cogolión se avía puesto tal”. Le maravillaron tambié la hechura e el olor de su polen, blando como arcilla e fragante como las mesmas motas, e el gran poder que guardava. Vio que non valía calentar la piedra con el candil, porque se derretía en borbotones, e era mejor fazer un filo delgado entre los dedos para liar con fumo alrededor. Después de aquella primera vez con alhaxís de su sementera, el labrador quiso saber más del asunto. Mas él siempre dice: “Non sentí que avía hallado de nuevo el alhaxís, sino que lo hallava por vez primera. Entendí que el mal del precio mercader non venía del fazer del apretado, sino de la calidad de sus plantas e de lo que echavan para darle peso. Porque mi propio polen estava muy bueno”.

El buen cedecero

“Díxome - me sigue contando- una de las cosas que me maravilló quando començé a fazer polen, fue el mucho rendimiento de resina por mota, ca si te salen un peso de primera por diez plantas, es buen fecho. Según esta razón, si el chocolate de los mercaderes fuera bueno, los mercaderes habrían de labrar muchas millares de arrobas de cannabis cada tiempo, sólo para el mercado de fuera.” Mientras fabla e como si fuera lo más común, sin curar de lo que le cerca, el ome allega una alforja e de ella saca un manojo de motas e un cedazo. Luego comiença a darle golpes mansos sobre la mesa. Luego una capa delgada de polvo de oro señala la redonda del cedazo en la faz de la mesa, mas habrá menester mucho más para cobrar una piedra de goma. “La verdad es que si trituras plantas todas en polvo antes de pasarlas por el cedazo, como fazen allá, tendrás un rendimiento mucho mayor, mas lo que sale estará tan lleno de polvo e yerba que habrás de echarle un pegamento e apretarlo con una máquina para tornarlo en algo semejante al costo. Para eso, podrían pasar del cedazo derechamente”.

“El cedazo es la pieça principal del fazer. El fazer del alhaxís de polen se funda en la apartación e limpieza de las glándulas de la santa yerba por medida, para apartar las glándulas maduras de todo lo otro. Estas glándulas son, en verdat, el único manjar del polen de primera. El labrador obra con un sistema sencillo, de un solo cedazo, para obrar las motas. Tras leer las escrituras benditas del Hashishprana, quiso comprar un cedazo de ferralla de gorgón, para asegurarse de cerner las glándulas más grandes.”, me cuenta. Esta tela, en este caso con aberturas de diez milésimas de pulgar, se puede topar en tiendas de alquimia, en metal o en ferralla de gorgón. Los preçios se ponen alrededor de las cuarenta e çinco pieças de oro por braça quadrada si va suelta, e tres vezes más si se compra asentada en un marco. El ome me aconsejó tomarlo ya asentado si non tenía las herramientas para asentarlo, ca la dureza de la faz del cedazo, es menester para cobrar un buen cernido de este santo polvo de oro.

Tomamos una muestra pequeña del polen que caía a la mesa para mirarlo con lente alumbrada de aumentos. La gran masa era de glándulas maduras (bolitas claras que relumbravan con la luz), mas también se veían claramente partículas más chicas como glándulas inmaduras (palillos sin cabeça) e yerba (sobre todo pelillos, e algún pedaço verde). Estábamos mirando un alhaxís de primera calidad, con mucha glándula e poca hoja, que apretado sin más sería una goma de calidad suma. Mas con un cedazo sólo se logra la apartación. Con otro cedazo de abertura más chica se puede limpiar este polen para dejar sólo glándulas maduras e nada más… el santo grial de la mota mágica, el verdadero e legendario doble çero con un rendimiento entre el dos e tres porçiento de puro globo. Por ende el Hashishprana llama al fazer de limpieza “la diferencia entre un gran alhaxís e un alhaxís eçelente”. Mas antes de dar este paso de regalado, miraremos la cuestión de la yerba prima, principal al fazer. La mudanza de mariandor a alhaxís obedeçe al simple mandamiento de que la calidad del manjar es derechamente proporcional a la calidad de la yerba prima que se usa en su fazer. El ome siempre guarda parte de sus mejores motas para cerner, aunque al cabo pasan por el cedazo todos los desechos de su sementera. “Una planta con mucha simiente non es buena para fumar tal como, mas si tiene resina, puede ser un costo bueno. De verdat, mientras veas que tienen glándulas, todos los desechos valen para fazer costo. Agora, la gente piensa sacar costo de las hojas secas, les diría que se guarden el trabajo”.

Las motas para cerner non menester de ninguna obra diferente a las otras, sólo que estén bien secas e algo curadas. Nunca se deben tocar las motas antes de la primera vez, porque se mezclaría mucha yerba con glándulas. El polen de primera, de verdat, se puede dezir como el resultado de cerner las motas todas a golpe manso durante veinte minutos, fazendo que se caigan las glándulas de fuera. Si después las motas son quebradas e tornadas a pasar por el cedazo, el resultado será un polen de segunda, más negro e algo menos limpio, e así fasta acabar la resina. Por su parte, el labrador quiere guardar las motas buenas después de la primera vez (él lo llama “quitarles el polvo”) para fumárselas más tarde, ca la fuerza non muda de forma notable quando la mota se queda toda. Como las glándulas de resina tienen gana de juntarse en condiciones de humedad e quedar atoradas en el cedazo, lo suyo es esperar un día seco e frío, para fazer alhaxís. Esiste, sin embargo, un buen ardid para crecer el rendimiento que consiste en helar las motas con crioterio o magia fría antes de cernerlas. Con este paso, non dañino para las motas, se logra non sólo bajar la humedad a casi nada, sino fazer que los palillos de las glándulas se rompan al ser golpeados e caigan en mayor número.

De primero a doble cero

Después de una ora e obrados quatro montones de motas, la resina se junta en una pirámide chica. Ha llegado el tiempo de tornarlo en doble cero, e el ome saca un pedazo de cedazo de quatro milésimas de pulgar sin asentar. Con una carta recoge la resina e la pone en el medio del cedazo. Luego lo alza de las esquinas e faz una bolsa de polen sin apretar, e con un palillo comiença a darle golpes leves a la bolsa como si fuera un tamborico. “La limpieza consiste en apartar las glándulas maduras de los otros pedaços más chicos. Con este cedazo, las glándulas maduras se quedan dentro mientras cae lo otro, o sea que agora nos importa la parte que se queda dentro del cedazo, no la que cae. Por ende el cedazo de limpieza tiene que ser más chico que las glándulas a cobrar”.

De veras, el polvo que iba cayendo mostrava bajo la lente como un poco más de palillos de glándula e motas varias. En cuanto al tiempo de este fazer, se puede seguir mientras vaya cayendo algún polvo, mas esto dependerá de la paciencia de cada uno. Tras un tiempo bueno, el labrador abrió el cedazo con cuidado sobre la mesa, e allí estava todo el polen, el doble cero, presto para obrar.

El Hashishprana dice que el tamaño de las glándulas maduras muda mucho entre variedades, un factor que influye a la ora de escoger el cedazo bueno, sobre todo para el fazer de limpieza. En las variedades vendidas por los mercaderes, por ejemplo, las glándulas maduras tienen un diámetro de quatro milésimas de pulgar, mientras que las variedades mariachaun son entre cinco e siete milésimas de pulgar. La mota táumica, por su parte, tiene las glándulas más grandes, de ocho milésimas de pulgar e hasta más. Los cedazos aconsejados son de diez milésimas de pulgar para la apartación e quatro para la limpieza, medidas “comunes” que dejan cerner todas las variedades que crecen en Mariandor. Vemos, sin embargo, que el cedazo de limpieza es igual en tamaño a la glándula más chica que hay. ¿Mal fecho? En ninguna manera. El labrador nos cuenta por qué: “La razón principal de obrar el polen para tornarlo en goma es la de echar toda humedad de más en la muestra mediante el calor del amasado entre los dedos, a la vez que se mengua el volumen del manjar de forma grande. Este fazer ennegrece e junta el polen hasta tornarlo en una pieça de un color marrón negro e de una gran blandura entre los dedos.”

El buen polen toma hechura e color quando se obra sólo con las manos. Tras dos minutos ya se ve la raya negra que empieza a salir en la bola. Apretando en goma, una muestra de alhaxís de su sementera guarda su fuerza durante meses; sin este fazer, la humedad de más puede fazer que la motamagia contenida se deshaga de prisa e eche a perder toda la pieça. El polen de primera menester de veinte minutos de obra, mas los de segunda o terçera, necesitan más tiempo para juntarse.

En el fondo, para hacer costo, se menester calor e presión. El calor e la presión hacen que la resina se derrita e se mezcle. La presión la condensa, aislando la del aire e la luz e evitando que mohos la dañen. Lo mejor es tomar porciones chicas de polen, unos cinco o diez pesos, e irlos obrando de una en una. La cuscurera es parte del ajuar básico a la ora de obrar en plan mañoso. Es la principal fuente de calor. Una cuscurera simplemente son dos ollas que caben entre sí.

En el de so hay un par de dedos de agua, que nunca an de faltar, nos conseia el labrador. El de suso ha la basa llena de agujeros e tapada con un paño para que el calor sea más blando. Se pone al fuego e es una magnera fuente de calor umedo que non va a secar el polen. En casa puedes usar una olla con la cestilla de cozer verdura al vapor, teniendo cuidado de que el agua non salpique. El labrador yva cogiendo pequeñas cantidades de costo, les dava un poco de forma e las envolvía en cacos de bolsa. Después las yva poniendo en la cuscurera. Me dixo que si el polen se moja o se cuece al vapor, se pierde. Ponía pocas piezas cada vez para que non se le acogiera el trabajo. Avía mucho cuidado con el fuego para darle calor sin derretirlo.

Lo más aína a la ora de fazer alhaxís, es prensarlo bien. Esto ayuda a guardarlos e meiora su calidad. Cualquier rodillo vale; una botella es perfeta. Hay que calentar el costo antes de prensarlo, para que esté elástico. Se pone en la cuscurera e se va probando fasta que ha una textura blanda mas firme. Entonces es el punto. Lo que el omne llamava blando mas firme era una textura como arcillosa, quiza un poco más blanda, mas non como chocolate derretido. Sacava la pelotita de la olla e le pasava el rodillo sin quitar la membrana, con gana. El calor e una pasada de rodillo fazían maravillas, mas non eran bastantes. El omne quitava la membrana luégo, cogía la lámina de costo, la doblava como una crep e la tornava a envolver. Repetía este proceso de nuevo, aunque la pieza ya estava más fría e le costava más. Con esta segunda pasada, la piedra començava a coger brillo. Fizo una tercera pasada e me mostró la pieza.

A medida que se va manejando, la pieza se va escureciendo e igualando, e con algo de paciencia se puede conseguir una superficie brillante como el charol. Esto es un prehuevo filosofal; agora hay que amasar e dar forma. E para ello, como non, calor. Al abrir un prehuevo vi como yva quedando el alhaxís. Formava una masa igual, con buen color e que non avía perdido el aspecto de polen. Sólo estava comprimido, non trocado.

Agora hay que abrir la membrana e recoger el chocolate. Parece chicle mas se despega con facilidad según se va enfriando. Para lograr un buen huevo, hay que amasarlo bien. Es divertido, como plastilina, e se mantiene moldeable con el calor de las manos. E encima luégo se puede fumar. El omne manejava con maestría la resina. Tras un ratito de amasarlo, le dio forma de rodillo con los finales romos e la envolvió en membrana.

El huevo filosofal ya estava fecho.

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60px	Artículo que emula ser original del personaje ficticio San Fumás Para proponer cualquier cambio o adición, consulte a los autores verdaderos.		48px|vínculo=Ayuda:Ficciones_originales

60px	Artículo original de Imontegav Para proponer cualquier cambio o adición, consulte a los autores.		48px|vínculo=Ayuda:Ficciones_originales

60px	Artículo original de scrasfi		48px|vínculo=Ayuda:Ficciones_originales