Nazi Potter y el prisionero de sus propias ideas - Capítulo 3: El plan del pasado

De Bestiario del Hypogripho
ADVERTENCIA DE FALTA DE CONTENIDO: Este artículo es un borrador, que se encuentra (evidentemente) incompleto.
El contenido podría continuar siendo extendido por sus autores en el futuro previsible.
Este artículo contiene Fanon, información no oficial ni canónica basada en la franquicia, autor, universo u obra siguiente:
Harry Potter

Este artículo contiene descripciones o narraciones que pueden resultar controvertidas para algunos lectores.
El lector procede bajo su propia discreción.

Este artículo tiene elementos que formarían parte del Mundo Mágico (franquicia Harry Potter), pero no son canon de sus autores y productos oficiales.     Este artículo tiene elementos originales creados por NimoStar. Click para ver todos los artículos de este autor.  Este artículo está ilustrado con imágenes de NimoStar, ninguna otra persona, ningún autor adicional y nadie más. 

Entonces apareció el Ejército de Dumbledore: Una colección de piezas de ajedrez, tamaño humano, con el mismísimo Dumbledore a la cabeza.

"Moon, estoy usando un vínculo legilimens. Podré leer todo lo que digas mentalmente", escuchó la voz de Dumbledore en su cabeza.
"Viejo lesbiano", solo atinó a responder ella.
"¿No deberías decir algo más?"
"...gracias. Sí, gracias, pero, ¿Por qué? No me había creído."
"Sí lo hice. En cuanto inventé la legilimencia, ese día que viniste a mi despacho, pude leer tus pensamientos de lo que viste de Harry y supe que decías la verdad. Pero no podía dejar que nadie más lo supiera; si usaban la legilimencia para leerte, y tú sabías que yo sabía, iban a saber que yo sabía, y por lo tanto podían planear para contrarrestarme. Harry Potter, habiendo leyendo en la Sección Prohibida de la legilimencia (en un libro que convenientemente escribí y coloqué ahí), ¡seguramente pensaba que, leyéndote y viendo nuestra entrevista, sabría que yo sé si supiera! Lo que no sabía, es que yo sabía, que él pensaría que sabría que yo sé si yo supiera; y porque sabía tomé recaudos, previniendo que supiera que yo sé, pero esperando que piense que sabe que yo no sé. Ahora que no saben que yo sé, pero que yo sé que no saben que yo sé, tengo la ventaja..." afirmó mentalmente Dumbledore con autoconfianza.
"Ehm... supongamos que entendí eso. ¿No estamos perdiendo el tiempo teniendo esta conversación en medio de la batalla?", se preguntó Moon. 
"No realmente. Lo que cuesta minutos decir con la boca, toma fracciones segundo transmitirlo con la legilimencia."
"Qué conveniente, especialmente para las circunstancias."
"Ciertamente lo es."
"Me golpearon por lo que usted hizo. Y me tiraron libros. Y me llamaron toda clase de cosas cuando le quitó todos los puntos a Ravenclaw."
"Era necesario para que pensaran que no creía nada y que estaba enojado contigo."
"¿Siquiera lo siente?", Insistió Moon, compungida.
"¿Mencioné que soy un bastardo manipulador?"
"Creo que ya no hace falta..."

El vínculo mental se separó por un momento mientras sus subjetividades se alejaban, pero Moon volvió en sí y decidió reestablecer la sintonía, conectando con esos intensos y del-color-que-sean ojos:

"Y bueno, ya que hacer esto es tan rápido y sano, ¿Qué tal de nuestro conflicto filosófico? Esa vez me dijo que no había garantía de que lo que pasó volvería a pasar. Sin embargo, se preparó para ello. ¿Estaba mintiendo también respecto a su convicción de Hume?"
"Ah, aún eres una pequeña niña ingenua.", pensó decisivamente Dumbledore, "Por supuesto que no hay nada en la lógica que determine que los sucesos que ocurren una vez se repiten. Este exceso del empirismo no posee absolutamente ninguna garantía en el mundo real, el cual nunca podemos determinar inequívocamente que está regido por la matemática ni por ningún otro sistema de leyes consistentes; y aún si lo estuviera, el caos y la multiplicidad de sus factores volverían a la conclusión impredecible."
"Veo que sigue en la costumbre de divagar sin dar ninguna respuesta a la pregunta que se le hizo, anciano senil.", sonrió mentalmente Moon.
"¿La cual era...", se rascó mentalmente la cabeza Dumbledore.
"¡Que por qué se preparó si no creía en la regularidad de la realidad y en la repetición de la historia!"
"¡Ah! Eso. Pues muy fácil: Profecías."
"¿Profecías?"
"Profecías."
"¿¡Profecías!?", repitió incrédula Moon.
"¡Profecías!"; exclamó triunfante Dumbledore.
"Profecías...", se quedó pensativa su alumna, llevándose mentalmente la mano a la barbilla.
"Sí, profecías. Con este poder tan infinitamente sutil, proveído a nosotros por Madame Trelawney, poseemos un arma que nadie puede imitar. Las profecías permiten saber qué va a pasar, incluso si nunca pasó antes. Predicen el futuro, sin conocer el presente ni el pasado. No dependen del antecedente, ni requieren reglas de la realidad. Las profecías sondan en los misterios más profundos del tiempo y extraen directamente una respuesta sobre el futuro."
"¿Cómo es eso posible? ¿Por qué?", se preguntó la chica, perpleja por aprender algo tan extraño en un momento así.
"Es magia.", se encogió de hombros mentalmente el director.

Notas[editar]

Las notas son tan ficticias como los contenidos.

  • La aparición de las PIEZAS DE AJEDREZ es una sublimemente ejecutada METÁFORA sobre cómo Dumbledore ha sido un MAESTRO DEL AJEDREZ. Todo su discurso se trata del proceso en el cual los GRANDES MAESTROS AJEDRECISTAS predicen los movimientos del oponente, mientras que ofuscan los propósitos de los propios. La ausencia de las piezas de ajedrez en los capítulos finales del primer libro se debió a indicar cómo Dumbledore estuvo ESCONDIENDO SUS PIEZAS (metafóricamente, su estrategia) para ponerlas EN JUEGO más tarde. Todo esto es algo que me ACABO DE INVENTAR.

⚜️[editar]

   Artículo original de NimoStar
Para proponer cualquier cambio o adición, consulte a los autores.