Gorgonas (mitología)

De Bestiario del Hypogripho

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Euríale, por Óscar Morales González.
Este artículo contiene una aproximación investigativa sobre temáticas correspondientes a mitos antiguos y/o leyendas orales.
Mitología griega:
Gorgona

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Las Gorgonas, eran, según la mitología griega, tres divinidades hermanas, llamadas Esteno, Euríale, y la más conocida, Medusa, la única mortal.

Genealogía[editar]

Eran hijas de Forcis y Ceto, divinidades marinas nacidas de Poseidón y Gea, formando parte del panteón preolímpico, que estaba repleto de monstruos. Eran hermanas de las grayas, de la terrorífica Escila y del dragón que guardaba el jardín de las Hespérides.

Lugar[editar]

Habitaban no lejos de las Hespérides, en el extremo Occidente.

Apariencia[editar]

Tenían alas de oro para volar, ojos centelleantes, la cabeza erizada de serpientes, dientes de jabalí, cuello escamoso y manos de bronce. Todo aquel que cruzaba su mirada con ellas quedaba convertido en piedra del horror que provocaba.

Medusa[editar]

Medusa era la favorita de su padre, Forcis. Sacrificó su inmortalidad a cambio de poder transformarse en una mujer de una gran belleza.

Como se unió a Poseidón en un templo de Atenea y —debido a su gran vanidad y a la multitud de amantes que la pretendían por esposa— se hacía comparar en belleza a Atenea, ésta la castigó, convirtiéndola en un monstruo con cabellos de serpiente, con ojos enormes, una lengua colgante entre sus aguzados colmillos y tremendamente desfigurada[r 1]. También convirtió a sus hermanas.

Esto explica también la ayuda que prestó Atenea, con su escudo e indicaciones, a Perseo.

La diosa Atenea también ayudó a Asclepio al entregarle la sangre de la Gorgona, capaz de hacer revivir a los muertos. Pero Zeus, preocupado por el alcance de este poder, lo fulminó con uno de sus rayos.

Perseo[editar]

Acrisio, rey de Argos después del conflicto militar que había tenido con su hermano gemelo, Petro (que gobernaba en el resto de la Argólide, es decir, en las ciudades de Tirinto, Herceo y Mídea), se interesó en conocer cuál sería el heredero de su reino, pues sólo tenía una hija, Dánae. Acudió a un oráculo, que le dijo:

«Tu sucesor será tu nieto, que te asesinará».

Para evitar el cumplimiento de la profecía, encerró a Dánae en una cámara subterránea de paredes de bronce. La belleza y las lamentaciones de ésta llamaron la atención a Zeus quien, bajo la forma de lluvia dorada, entró a través de una grieta. De la unión nació Perseo. Acrisio, aterrorizado, mandó a Dánae y su hijo en una barca por el mar, pero los dioses los protegieron y llegaron a Sérifos, en las Cíclades, donde fueron acogidos por un pescador (Dictis). Algún tiempo después, el rey de la isla, Polidectes, se enamoró de Dánae y quiso alejar a Perseo, que la protegía.

Un día, Polidectes fingió que iba a pedir la mano de Hipodamia e invitó a Perseo a la ceremonia y al banquete. Perseo le dijo que como no tenía posesiones no podía hacerle un regalo de bodas. Polidectes entonces le hizo prometer que le traería la cabeza de Medusa:

«Si de verdad deseas regalarme algo, traéme la cabeza de Medusa. Eso me haría muy feliz».

Perseo que no conocía quién era Medusa, aceptó. Después averiguó que era un terrible monstruo, pero para no parecer un cobarde se dispuso a acometer la hazaña.

Viaje de Perseo[editar]

Hermes, enviado por Zeus para proteger Perseo, le prestó sus sandalias aladas, llamadas Talares, mientras que Atenea le prestó su escudo. Pero para culminar con éxito su misión necesitaba una alforja mágica (kibisis), el casco de invisibilidad de Hades y una cimitarra irrompible, objetos custodiados por las ninfas del Estigia[r 2].

Pero el paradero de dichas ninfas sólo era conocido por las Grayas, que vivían al pie del monte Atlas y compartían un ojo y un diente. Mientras jugaban a los dados se iban pasando entre ellas el diente y el ojo. Perseo lo interceptó y les forzó a que le revelasen el lugar donde se ocultaban las ninfas. En otra versión, las Grayas son las guardianas de la cueva donde viven las Gorgonas.

Después de conseguir los objetos mágicos voló hacia el oeste para encontrarse con las Gorgonas, que estaban dormidas en medio de un pasaje desolador, repleto de estatuas de piedra, fruto de la mirada petrificante de Medusa. El consejo que le había dado Atenea le fue muy útil:

«Nunca mires a Medusa directamente a los ojos. Utiliza mi escudo como un espejo para mirar su reflejo[r 3]».

El enfrentamiento con Medusa[editar]

Medusa se había despertado por el olor de Perseo y vigilaba atentamente hacia todos lados, esperando ver algo. Con un golpe certero de la cimitarra le cortó la cabeza y la metió en el morral mágico. Como era invisible pudo escapar de las otras Gorgonas.

Cuando Medusa fue decapitada por Perseo nació de ella Pegaso y Crisaor (un gigante armado con una espada de oro, aunque algunas veces se le representa como un jabalí alado o como el hermano gemelo de Pegaso), hijos de ella misma y Poseidón. Crisaor sería el padre del monstruo Gerión y, según una versión, también de Equidna, la cual concibió de Tifón una progenie monstruosa: el perro Ortros, Cerbero, la hidra de Lerna, la Quimera...

De la cabeza aún cayeron más gotas de sangre: las que cayeron en el desierto de África se convirtieron en una raza de reptiles venenosos (Anfisbena) y las que cayeron en el mar, en agresivas morenas.

El retorno de Perseo[editar]

Al volver hacia el palacio de Polidectes se detuvo en el norte de África. Según unas versiones pidió hospitalidad a Atlas, que se la negó y enfadado le convirtió en piedra. Según otras versiones fue lo contrario, Perseo, viendo el sufrimiento de Atlas, se conmovió y lo convirtió en piedra.

En su viaje de regreso también convierte en piedra a Fineo, tío de Andrómeda (hija del rey Cefeo de Etiopía y de Casiopea), a la que había salvado de perecer devorada por Ceto. Después se venga también de Polidectes, al que petrifica.

Perseo ansía conocer a Acrisios, su abuelo. Éste huye, ya que su nieto está destinado a matarlo. Pero un día, sin saberlo, los dos se encuentran en los juegos públicos. Durante la prueba de disco, Perseo lanza el suyo y mata accidentalmente a un espectador: Acrisios. La predicción se ha cumplido. A su muerte, Perseo es transformado por los dioses en una constelación.

Véase también[editar]

  • Huwawa. Al igual que el Gorgoneion tenía funciones apotropaicas, también Huwawa lo era. Se han llegado a comparar ambas expresiones faciales.

Referencias[editar]

Las Referencias aluden a las relaciones de un artículo con la "vida real".

  1. Las contradicciones (se convirtió en un monstruo vs siempre lo fue) provienen de diferentes versiones del mito.
  2. Aquí también difieren las versiones del mito: en una es Hermes el que proporciona las sandalias y las ninfas las que custodian la cimitarra mientras que en la otra es al revés. Teniendo en cuenta que las sandalias son propiedad de Hermes, me inclino más por esa opción, sin embargo, no hay que olvidar que las ninfas también tenían el casco de Hades.
  3. En otra versión del mito es la propia Atenea la que sostiene el escudo encima de Medusa para guiar a Perseo.

Bibliografía[editar]

La Bibliografía se compone de recursos informativos que existen en la "vida real".

Fuentes primarias
Fuentes académicas
  • Agusta-Boularot, S., Buffard-Moret, B., Collognat, A., Flammarion, E., Haddad-Wotling, K., Monchâtre, N. (1992): Diccionario de Mitología Clásica. Volumen 30. Biblioteca El Mundo.
  • Beaumont, É; Baussier, S. (2000): Mitologías. Imagen descubierta del mundo. Fleurus, Panini.
  • Humbert, J. (1990): Mitología griega y romana. Editorial Gustavo Gili.
  • Padilla, M. R. (1999) Héroes mitológicos. Edimat Libros. Enigmas de la Historia 16.
  • Wilkinson, P. (1999): Diccionario ilustrado de mitología. Blume.

Enlaces externos[editar]

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Gorgonas
Perseo
  • : Mitos y Leyendas — Perseo.

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