Dragones Rojos (Laberinto)

De Bestiario del Hypogripho
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Un Dragón Rojo del Laberinto luchando contra un Dragón Bueno de Pryan. Al fondo, la ciudad de Abri, por Stephen Youll.
Este artículo presenta información canónica según fuentes oficiales sobre la heptalogía siguiente:
El Ciclo de la Puerta de la Muerte

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Los Dragones Rojos del Laberinto o Dragones de Sangre del Laberinto (también simplemente Dragones del Laberinto) son enormemente poderosos y crueles. Descienden de los Dragones anteriores a la Separación anteriores a la Separación.

Son una de las pocas cosas a las que temen los Patryn en el Laberinto. Ante la visión de un Dragón Rojo, el Patryn más valiente y poderoso vacilaría y lo más prudente es que huyera sin contemplaciones. Sólo Xar, el Señor del Nexo, puede jactarse de haberse enfrentado sólo a un Dragón del Laberinto y haber sobrevivido.

Cuando un Dragón Rojo captura a un Patryn o algún otro ser inteligente[n 1] no es para comérselo. Sería desperdiciar una buena oportunidad de torturar a su víctima. Los Dragones Rojos son capaces de mantener (muy dolorosamente) con vida a sus víctimas durante muchísimo tiempo (para desgracia suya).

Los Dragones Rojos son muy inteligentes, quizás los seres más inteligentes del Laberinto a excepción de los propios Patryn. Algunas veces son capaces de retar a todo un asentamiento de pobladores[n 2].

Marit, la antigua compañera de Haplo, relató cómo un Dragón Rojo había acabado con un campamento entero de pobladores inexpertos. El astuto reptil, en vez de atacar, quemar y matar a todos los habitantes del campamento, secuestró a dos jóvenes Patryn vivos y los torturó durante varios días.

El dirigente no conocía bien la manera de actuar y lo poderosos que son los Dragones Rojos. El Dragón prefería un juego pausado donde poder disfrutar de la impotencia de los pobladores para ayudar a sus compañeros, en vez de arrasarlo todo de una única vez.

Al escuchar los horripilantes alaridos que lanzaban los jóvenes al ser torturados el dirigente decidió lanzar un ataque contra el Dragón para rescatar a sus camaradas en vez de hacer caso de los consejos de Marit y Haplo.

En boca de la propia Marit:

… Provistos de armas potenciadas con la magia, los guerreros emprendieron la marcha hacia la guarida de la fiera.

El dragón salió de la cueva llevando los cuerpos aún vivos de sus víctimas, uno en cada zarpa. Los guerreros dispararon sus flechas contra el dragón. Unas flechas, dirigidas por las runas, que no podían fallar su blanco. Pero el dragón perturbó las runas con su propia magia; ésta no detuvo las flechas, sino que se limitó a aminorar su velocidad. Luego, atrapó los dardos… utilizando a los dos prisioneros como acericos.

Una vez muertos, el dragón arrojó los cuerpos a sus compañeros. Para entonces, algunas de las flechas habían alcanzado su objetivo. El dragón herido se incomodó y lanzó un latigazo con la cola, tan veloz que los guerreros no tuvieron ocasión de escapar. Picó a uno aquí, otro allá, otro más acullá, moviéndose aquí y allá entre las filas de los patryn. Cada vez que tocaba a alguien, provocaba alaridos de terrible dolor. El desgraciado empezaba a convulsionarse hasta caer al suelo, agarrotado e incapacitado.

El dragón cogió a sus nuevas víctimas y las arrojó al interior de su cueva. Más diversión para él. Todos los escogidos eran jóvenes y fuertes. El dirigente se vio obligado a retirar sus fuerzas; en su intento de salvar a los dos primeros, había perdido más de veinte de sus guerreros. Haplo le recomendó que desmontara el asentamiento y llevara lejos a su gente, pero el dirigente casi había perdido por completo el juicio y prometió rescatar a los que el dragón había capturado en su anterior intento

  — Marit[b 1].

Notas[editar]

Las notas son tan ficticias como los contenidos.

  1. El cual solo podría ser un Sartán, puesto que el resto de seres inteligentes del Laberinto no son enemigos de los Dragones Rojos. Que un Dragón Rojo capture a un Sartán ha ocurrido muy pocas veces. Un Sartán que estuviese en el Laberinto debería ser muy patoso como para caer en manos de un Dragón Rojo del Laberinto.
  2. Los Patryn en su intento de escapar del Laberinto escogen entre dos modos de vida. Los corredores son Patryn solitarios y se mueven rápido por el Laberinto. Los pobladores eligen viajar en mayor número y por lo tanto avanzan más lentamente, sin embargo son capaces de protegerse mejor y dan cobijo a corredores extenuados. También protegen a los niños Patryn y a las madres.

Bibliografía[editar]

La Bibliografía se compone de recursos informativos que existen en la "vida real".

  1. El relato está tomado de "En el Laberinto", sexto libro de "El Ciclo de la Puerta de la Muerte Este icono indica que el enlace anterior es un archivo PDF.Este icono dirige a una versión archivada en Internet Archive del enlace inmediatamente anterior.".

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