Clarimena
Clarimena es un Planoeta (un Planeta que a su vez es un Plano de la existencia) en la Metásfera Sibhn. Se caracteriza por sus encendidos debates epistemológicos y de otras índoles.
Sus principales habitantes son los EMpiros, vampiros de ondas electromagnéticas.
Los debates estimulan la actividad cerebral y nerviosa de los EMpiros, generando "burbujas" de campos electromagnéticos que les dan mutuo sustento de manera más eficaz en aquellos lugares donde se reunen.
Se llaman a sí mismos los EMpiristas, y se consideran enemigos y rivales de los Sophontes del Planoeta de Niuloón... aunque estos últimos están demasiado absorbidos en sus propios asuntos como para que les importe o siquiera notarlo.
Exterior[editar]
El exterior de Clarimena podría ser descrito casi como paradisíaco: Verdes praderas, fértiles bosques y ríos limpios. Sin embargo, los EMpiros lo odian y desprecian, prefiriendo el interior de sus propias construcciones.
Sociedad[editar]
A diferencia del absolutismo filosófico de Niuloón, la organización social de los EMpiros de Clarimena se basa en una aristocracia depredatoria. Nadie tiene inmunidad, y los perdedores de los debates pueden ser encerrados en prisiones de hierro por los declarados vencedores por la comunidad, con la ayuda de sus ondas cerebrales. Los EMpiros más potentes de esta manera pueden negarle la nutrición comunitaria a sus rivales políticos y epistemológicos, monopolizando sus emisiones electromagnéticas para sí mismos y debilitando a sus enemigos.
Debates[editar]
Los temas más comunes de los debates son la epistemología, el método científico, la teología, el ateismo, y la naturaleza de la consciencia. Se cree que estos son los puntos más prominentes porque los debates de ellos son interminables y bizantinos, lo cual permite siempre tener una excusa para debatir. Como la estimulación intelectual individual grupal es un prerequisito para la manifestación de los poderes de los EMpiros, es indispensable que un tema de debate siempre esté a mano.
Arquitectura[editar]
Los EMpiros construyen laberínticos palacetes y ciudadelas siempre conectados entre sí. Comparten con otros tipos de vampiro la aversión a la luz solar (en este caso, de los soles mellizos de Sibhn), por lo que todos sus pasillos y galerías se encuentran escrupulosamente sellados de la iluminación exterior (aunque poseen maneras de ventilación en forma de chimeneas). Las arquitecturas favoritas son la gótica y la neoclásica, así como son populares otras como el barroco o el renacentismo.
La apariencia de los edificios está optimizada para sus interiores, con lujosos decorados de mármol y bronce, columnas y bustos. Sin embargo, su exterior es funcional y austero, ya que los EMpiros raramente lo mirarán salvo en patios cerrados con ventanas internas.
Las construcciones de los EMpiros, pues, están conectadas siempre entre sí directamente, para evitar los exteriores en el paso de una a otra. Los techos suelen ser altos, ya que los EMpiros más potentes o con mayor energía gustan de hacer alarde flotando sobre el suelo en lugar de utilizar las escaleras. Para esto utilizan control de repulsión y propulsión mediante electromagnetismo corporal (el interior de escaleras, paredes y columnas puede estar laminado con materiales ferromagnéticos para este propósito). En ocasiones esto se da de manera más o menos ritual cuando un EMpiro busca bloquearle el paso a otro menos potente.
Otras especies[editar]
La construcción no es realizada por los EMpiros mismos, sino por su raza sirviente, los Ogulores. Estos también procuran el sustento material desde el exterior para sus amos.
Los EMpiros tienen la cualidad de dominar electromagnético-nerviosamente a estos desgraciados sirvientes, que se hayan condicionados por las poderosas mentes magnetonerviosas de sus dueños.
Los Ogulores odian la luz solar pero no se ven tan aversamente afectados por ella. De cualquier manera, la mayoría de sus actividades en el exterior son crepusculares y nocturnas.
Durante el día y las horas de mayor luz, los Ogulores duermen en compartimientos especiales o sirven a sus dueños casi sin ser vistos. Los compartimientos de los Ogulores se describen como malolientes y desarreglados, y se encuentran apartados de las lujosas galerías, habitaciones y aún de las prisiones de los EMpiros.
En el exterior de Clarimena se dice que viven hadas muy pequeñas llamadas las Apíricas, junto a toda variedad de insectos y pequeños mamíferos.
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