Bots:Lagartos mágicos y sus volcanes favoritos
Encuentras en tu ático una misteriosa Enciclopedia antigua, con una elaborada portada que dice "Lagartos mágicos y sus volcanes favoritos". Recuerdas que este libro llamado "Lagartos mágicos y sus volcanes favoritos" perteneció a tu bisabuelo, y él te avisó de su gran importancia.
Abres la Enciclopedia. Este tomo viejo está polvoriento y raído, pero crees que aquí encontrarás información sobre muchos temas fantásticos. ¿Qué clase de entradas encontrarás en él? ¡Un libro titulado "Lagartos mágicos y sus volcanes favoritos" debe de ser muy interesante sin dudas!
El libro pasa sus páginas mágicamente.
La primera entrada dice:
Eynokoraytusk: Volcán que se enciende voluntariamente, por lo general, cuando un zarnuko lo ignora, o lo que es lo mismo: alguien que lo ignore, es porque busca su atención. O el burro.
La segunda entrada dice:
Siempirgos: Los eruditos siempirgos son "personas" que sufren de una extraña y curiosa forma de esquizofrenia que los hace creer que se alimentan mediante alimentos secos. A pesar de que su nombre original significa algo así como "que coman sólo los que se alimentan mediante la humedad" esta expresión refleja adecuadamente el trato cruel y despiadado que los eruditos siempirgos tienen para con las criaturas que más los desprecian: sus lagartos.
La tercera entrada dice:
Vulcania: El ferviente nombre que dieron a esta criatura los eruditos siempirgos es vulcania, ya que para ellos, volcán no es una osadía, sino una palabra que los describe bien. Pues bien, encadenados a este volcan se encuentran las especies más primitivas y salvajes de los siempirgos: sus lagartos. En estos mundos primitivos, la vida es dura y la muerte súbita. Para salvarse de las tormentas y los acontecimientos desconocidos, los siempirgos se alistaron en una iniciativa guerrillera que se creó guiados a partir de las serpientes-dragón.
La cuarta entrada dice:
Serpientes-dragón: Se conocen en siempirgos como serpientes-dragón, aunque también se les conoce como lagartos-dragón, y es que, sus antecesoras fueron criaturas que no eran lagartos, sino serpientes. Pero, devoraron a un dragón y algunas criaturas encontraron que bien darían de sopas con su piel.
El libro se convulsiona en un instante y las páginas se tornan blancas y gruesas, estallando en llamas abrasadoras que consumen a su portador.
Te quemas en las llamas abrasadoras que consumen a su portador.
Ya no existe el libro.
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