Ocultoteca:Varilla adivinatoria (Dictionnaire infernal)

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Varilla adivinatoria[editar]

Rama ahorquillado de avellano, de aliso, de haya ó de manzano con cuya ayuda se descubren los metales, los manantiales ocultos, los tesoros, los malefiicos y los ladrones.

Desde mucho tiempo que los inteligentes han hecho prodijios con la varita, y desde la vara de Moisés, todos los encantadores han tomado la suya y tambien se dá una á las hadas y brujas poderosas. Medea, Circe, Mercurio, Baco, Zoroastres, Pitagoras, los brujos de Faraon, tenian su varita y Romulo profetizaba con un baston augural. Los Alanos y otros pueblos barbaros consultaban á sus dioses clavando una varilla en tierra. Algunos adivinos de aldea suponen todavia adivinar muchas cosas con la varilla, empero á fines del siglo XVII es cuando cobró mayor fama; Santiago Aymar la puso en voga el año 1692 sin embargo, mucho tiempo antes Dèlrio habia indicado entre las practicas supersticiosas el uso de una varita de avellano para descubrir á los ladrones, empero Santiago Aymar obraba tan varios prodigios y tan sorprendentes que el P. Lebrun y el sabio Malebranche las atribuian al demonio, mientras que otros le llamaban con el nombre de Fisica oculta ó electricidad subterránea, el abate Fiard ha sostenido aun en nuestros dias que el arte de dirigir la varilla es infaliblemente obra del diablo y que en vano se procura negarlo en el dia, sin embargo se vé bien que Aymar no era brujo.

Este talento de hacer dar vueltas á la varilla adivinatoria unicamente lo han poseido algunos seres privilegiados, pudiendo probar que lo han recibido de la naturaleza lo que es muy fácil. El avellano es el árbol mas propio para ello debiendose solo cortar una rama ahorquillada y sostenerla con una mano por cada uno de los dos cabos superiores, y poniendo el pié sobre el objeto que se busca ó sobre los vestijios que pueden indicar este objeto, la varilla dará vueltas por si misma entre las manos y será un indicio infalible. Aymar lo empleaba muy bien para descubrir los maleficios y se asegura tambien que con la mencionada varilla, el obispo de Morienne, que tenia el talento de Aymar descubria entre las falsas las verdaderas reliquias.

Una señorita de Grenoble á quien la reputacion de Aymar habia persuadido que tambien estaba dotada del don de hacer dar vueltas á la varilla, temiendo que este don le viniese del espíritu maligno, fué a consultar al P. Lebrun, que relacion puede haber entre un ladron, un manantial de agua, una pieza de metal y un baston de avellano. Suponese que la varilla dá vueltas en fuerza de la atraccion; empero por que virtud de atraccion las emanaciones que salen de una fuente de una moneda de plata, ó del cuerpo de un asesino tuercen una rama de avellano, que un hombre robusto tiene fuertemente asida con las manos? Aun mas, ¿porque el mismo hombre, que en su pais encuentra fuentes, metales asesinos y ladrones, no los encuentra cuando está en Paris? Todo es puro charlatanismo, y lo que del todo destruye las maravillas de la varilla, es que cualquiera con un poco de destreza puede hacerla dar vueltas á su voluntad; no debiendo hacer mas que tener los estremos de la horquilla un poco separados de modo que formen palanca: entonces es la fuerza de la elasticidad».

Sin embargo creese todavia en la varilla adivinatoria en el Delfinado y los aldeanos no descuidan su uso y tambien ha encontrado defensores en Paris, en este mismo siglo. Tormey en la enciclopedia esplica este fenomeno por medio del magnetismo. M. Ritter, sabio catedratico de Munich, por medio de los fenomenos del galvanismo, tomaba autoridades para sostener las maravillas de la varilla adivinatoria, pero no murió sin abjurar su error.

El abad de la Garda escribió al principio con alguna fé la historia de los prodigios de Santiago Aymar; en el mismo año 1692. Pedro Garnier doctor en medicina de Montpelier escribió para probar que las operaciones de la varilla dependian de una causa natural, y esta causa natural, segun el, no es otra cosa que los corpusculos salidos del cuerpo del asesino en el lugar en que ha cometido el delito, ó por aquel en que ha pasado. Los sarnosos y apestados, añade, no transpiran como los sanos puesto que son contagiosos; del mismo modo los malvados dejan emanaciones para reconocerles y si no los conocemos todos, es que no todos los perros tienen el olfato delicado. Tales son añade el, en la pagina 23 los axiomas incontestables». Ahora bien, estos corpusculos que entran en el cuerpo del hombre que tiene la varilla, la ajitan de tal suerte, que desde sus manos aquella materia sutil pasa á la misma varilla y no pudiendo salir harto pronotamente la hace doblar ó la rompe, lo que me parece la cosa más facil de creer».

El P. Menesrier, jesuita, en sus Reflecciones sobre las indicaciones de la varita, publicadas en Lion en el año 1694, se estraña mucho de ver que tanta jente se haya decidido á favor de esta moda. «Cuantos prodijios, prosigue, se guardan de este talento? por cierto que no tiene limites. Sirvense de ella para reconocer la preciosidad de los reopajes, y la diferencia de los precios, teniendo ademas la facultad de reconocer á los culpables entre los inocentes y descubrir el crímen. Esta virtud mágica hace cada dia nuevos descubrimientos desconocidos hasta el presente».

En el año de 1700 habia en Tolosa un cura que por medio de la varilla adivinaba lo que hacian las personas ausentes. Consultaba su varita sobre lo pasado, lo presente y el porvenir, la cual se doblaba hacia abajo para afirmar una cosa y se elevaba para negarla. Podiasele preguntar de viva voz y mentalmente. «Sería muy prodigiosa esta varilla, dice el P. Lebrun, si los mas de sus presagios no saliesen falsos».

Lo que hay de mas prodigios es que la varilla no se dobla sino por los objetos sobre los cuales tiene intencion de hacerla doblar los que la manejan; casi cuando se busca una fuente, la varilla no se dobla por otro objeto aunque se pase por encima de un lugar donde se oculten tesoros ó se sigan las huellas de un homicida. Para descubrir una fuente, es preciso envolver la varita con un lienzo mojado y si entonces la varilla se dobla, es señal de que en aquel paraje existe oculto algun manantial. Para descubrir metales ocultos engastense sucesivamente en la punta de la varita algunos pedazos de diferentes metales y es un principio casi infalible que si hay algun metal oculto debajo de aquel suelo se engastará con la varita la pieza de metal de cuya clase sea el oculto.

Repetimos por último que ningun crédito se debe dar á la varilla, aunque crean en ella todavia en algunas provincias. En otros tiempos era indispensable que la varilla fuese de avellano ó de almendro, pero posteriormente se han servido de toda clase de maderas y aun de las mismas ballenas, ecsigiendose tan solo que sea horquillada.

Secreto de la varilla adivinatoria y modo de hacerla dar vueltas, sacado del Grande libro mágico, página 87.

Al asomar el sol en el orizonte, tomese con la mano izquierda una rama vírgen de avellano silvestre cortese con la mano derecha, en tres golpes diciendo: «Yo te corto en nombre de Eloïm, Mutrathon, Adonay y Semiforas, á fin de que tengas las virtudes de la varilla de Moises y de Jacob para descubrir todo lo que yo quisiera saber»; y para hacerla dar vueltas es preciso tenerla apretada con la punta de los dedos por la estremidad horquillada y decir» Yo te mando en nombre de Eloïm, Mutrathon, Adenay y Semiforas, que me digas...» Entonces se dice lo que se quiere saber y la varilla dá vueltas).[b 1].

Bibliografía[editar]

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