Bestiateca:Partos prodigiosos (Ferrer Lerín)

De Bestiario del Hypogripho

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Partos prodigiosos[editar]

El Exameron de Torquemada está lleno de historias de partos monstruosos: En el siglo XVI era normal que en las aldeas entre París y Tolosa las mujeres ciegas parieran ranas; en Medina del Campo una mujer parió siete hijos de vez; otra de Salamanca dio a luz a nueva; una italiana, también de una vez, parió setenta hijos; y da por cierto lo que dice Alberto el Grande que una alemana parió de un solo parto ciento cincuenta hijos, envueltos todos en una película, del grandor del dedo meñique, y muy bien formados, aunque no se dice si esta familia llegó a bien. En el año 1545 una señora noble dio a luz, en Bélgica, un niño que tenía la cabeza de diablo (según opinión de los expertos, una trompa de elefante en medio del rostro, patas de ganso en los remates de los pies y manos, ojos de gato encima del vientre, una cabeza de perro en cada codo y rodilla, dos testas de mono en relieve en el estómago, una cola de escorpión propiamente retorcida y larga de una vara y media, lo que debía hacer un chiquillo muy gracioso, y como nadie quería encargarse de esa paternidad, los teólogos y parientes de la dama acusaron caritativamente al diablo de haber hecho aquel chiquillo, pero la madre sostuvo que era de su marido y las personas sensatas la creyeron, puesto que ella lo debía saber mejor que otro alguno). Sea lo que sea, el pequeño monstruo sólo vivió cuatro horas y al morir gritó, en alta e inteligible voz, por las dos bocas de perro que tenía en las rodillas: ¡Velad y rogad porque el juicio final está cercano!... En la Historia del languedoc, su autor, según cita Mr. Delancre, narra que el día 6 de septiembre del año 1387, una burra dio a luz dos niños varones tan bien formados como podrían serlo salidos de una mujer, y nacieron en el castillo de Montpellier; preguntóse al papa si se debía bautizarlos; cuya cuestión causó grandes contestaciones, las que terminó el cardenal de Saint-Angel diciéndo que podían serlo, y los fueron. Para acabar esta relación, Torquemada, en su día sexto, cuenta que en un lugar de España había una borrica de tal suerte henchida, que al tiempo de parir reventó, saliendo de ella una mula que también murió inmediatamente, teniendo, como su madre, el vientre tan grueso e hinchado, que habiendo querido su dueño saber lo que tenía dentro, la abrió, encontrando dentro otra mula que estaba también embarazada...[b 1].

Bibliografía[editar]

La Bibliografía se compone de recursos informativos que existen en la "vida real".

⚜️[editar]

   Artículo transcrito o recopilado por Francisco Ferrer Lerín
Por favor, consulta rigurosamente las fuentes antes de cambiar o añadir algo a las transcripciones.
 
   Artículo transcrito o recopilado por Jakeukalane
Por favor, consulta rigurosamente la bibliografía antes de cambiar o añadir algo a las transcripciones.