Monstruo de gran flexibilidad que recorría por las noches las calles de Tolosa de Francia. Escupía a la cara, de todos los que encontraba, abundantes excrementos que primero aspiraba de su orificio flexionando hacia adelante el cuerpo hasta llegar con la boca al sieso y que luego guardaba en ella, hasta encontrar la víctima[r 1].
VANA.: Ricardo de la Espesura, Vanas advocaciones y glosario de imperfectos, Madrid, Librería Extranjera de Denné y Compañía, 1838. (Posible referencia apócrifa).
Alternativa: Ferrer Lerín, F. (2007): El Bestiario de Ferrer Lerín, Madrid, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, p. 270.