Bestiateca:Adivinación (DDM)

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«¿Con quién me casaré? ¿A qué edad moriré? ¿Cuál será el número premiado de la Lotería? ¿Se venderá bien este producto? ¿Se va a estrellar el avión? ¿Ganaremos la guerra?». Todo el mundo, desde los adolescentes enamorados hasta los líderes del planeta, quiere saber lo que depara el futuro. Por eso la adivinación, el arte de predecir el futuro, ha existido de una forma u otra en todas las culturas de la historia. En casi todas las ciudades del mundo podemos encontrar personas que se dedican a practicar alguna variante de la adivinación: astrología, lectura del tarot, consulta de la bola de cristal, quiromancia, numerología, interpretación de las hojas del té, y estos ejemplos son solo una pequeña muestra de los cientos de sistemas de adivinación que se han desarrollado a lo largo de los siglos.

Muchos métodos adivinatorios se crearon en la antigua Mesopotamia hace más de cuatro mil años. Allí, las artes adivinatorias eran practicadas por los sacerdotes, que estudiaban los movimientos de los astros y planetas, y examinaban las entrañas de los animales sacrificados en busca de pistas acerca del futuro del monarca y de la comunidad. Algunos adivinos buscaban información acerca de acontecimientos futuros entrando en estados de trance y pidiendo ayuda a los espíritus. Otros observaban la naturaleza en espera de augurios. Un eclipse, una tormenta de granizo, el nacimiento de gemelos, el modo en que el humo se elevaba en el aire o casi cualquier fenómeno, podían ser interpretados como señales del porvenir.

En las antiguas Grecia y Roma había dos niveles de adivinación: adivinos profesionales y muy bien entrenados, que trabajaban para gobierno, y adivinos corrientes, que decían la buenaventura a todo el que pudiera pagarles. De los adivinos oficiales, el más valorado en Grecia era el Oráculo de Delfos. La gente acudía con sus preguntas (tipo multirespuesta) y recibían una contestación directamente del dios Apolo, canalizada a través de una de las sacerdotisas del templo. Incluso emisarios de reyes vecinos consultaban al Oráculo sobre cuestiones tan importantes como dónde erigir un templo, o si debían lanzarse a una guerra. Los adivinos que trabajaban para el estado en Roma eran llamados augures (vocablo que procede del latín avis "pájaro" y garrire "charlar"), ya que sus consejos, que el Imperio tenía en mucha consideración, se basaban en la observación de los pájaros. De todas las criaturas de la Tierra, los pájaros eran las que estaban más cerca del cielo, así que se comprende que se los creyera buenos indicadores de lo que podía agradar o disgustar a los dioses. La interpretación se fundaba en muchos tipos de observaciones, como la cantidad y especie de aves y sus esquemas de vuelo, sus reclamos y cantos, la dirección del vuelo y su velocidad. Julio César, Cicerón, Marco Antonio y otros eminentes romanos ejercieron de augures alguna vez.

Adivinos mucho menos famosos estaban al alcance de casi todo el mundo (incluso a los esclavos se les permitía a veces hacer consultas), y el negocio de la predicción del futuro florecía en todos los rincones del mundo antiguo. La interpretación de los sueños y la astrología eran los sistemas con mayor tradición, pero también eran populares la aritmomancia, el divisamiento (método parecido a la consulta a la bola de cristal) y la quiromancia, así como otros sistemas que tenían que ver con pájaros, dados, libros, flechas, hachas y otros muchos objetos sorprendentes. Los adivinos populares, muchos de los cuales también vendían talismanes y amuletos, no gozaban del respeto que tenían los adivinos oficiales. A menudo eran unos timadores, y los humoristas disfrutaban burlándose de la gente que acudía en masa a pedirles consejos sobre cualquier asunto sin importancia.

Muchos antiguos sistemas de adivinación perduraron en la Edad Media, a pesar de la oposición de la Iglesia en Europa. Seguía habiendo adivinos profesionales en las ciudades más grandes. También había adivinos ambulantes que iban de pueblo en pueblo, y hechiceros de aldea y mujeres sabias hacían esa misma función en sus pequeñas comunidades. Hay que señalar que se esperaba de los hechiceros de las aldeas que vieran el pasado además del futuro. Muchas veces se les pedía que encontraran objetos perdidos, identificaran ladrones, adivinaran dónde se encontraban personas desaparecidas y descubrieran la localización de tesoros enterrados (hace siglos, cuando había pocos bancos, mucha gente enterraba sus posesiones más valiosas en un agujero en la tierra, práctica que llevó a que los demás quisieran localizar el sitio y desenterrar el tesoro). La gente corriente también podía practicar un poco de adivinación casera, que aprendían de baratos librillos ilustrados sobre quiromancia, astrología y otros temas, que se podían comprar ya en el siglo XVI. Sin embargo, en su mayor parte la adivinación estaba en manos de profesionales, que aseguraban poseer información, entrenamiento adecuado y un «don», negados a los demás. Siglos más tarde se añadieron dos sistemas de predicción del futuro al arsenal de la adivinación. La cartomancia, adivinación mediante las cartas de la baraja, se desarrolló a partir de mediados del siglo XVII, unos 150 años después de la primera aparición de las cartas de juego en Europa. Pronto se convirtió en el sistema más usado por los adivinos zíngaros nómadas. El segundo, la taseomancia, adivinación por lectura de las hojas del té, aunque se practicaba en China desde el siglo VI aproximadamente, no llegó a Europa hasta mediados del siglo XVIII. Estos nuevos sistemas se hicieron muy populares, quizá porque jugar a las cartas y tomar té ya formaba parte de la vida cotidiana en esa época. Aunque muchos sistemas antiguos de adivinación no se siguen practicando, todos los que se enseñan en Hogwarts están vigentes hoy día[b 1].

Bibliografía[editar]

La Bibliografía se compone de recursos informativos que existen en la "vida real".

  1. Allan Zola Kronzek, Elizabeth Kronzek (2010, edición ampliada/digital): El diccionario del mago Este icono indica que el enlace anterior es un archivo PDF.Este icono dirige a una versión archivada en Internet Archive del enlace inmediatamente anterior.. pp. 13-16, 18.

⚜️[editar]

   Artículo redactado por Allan Zola Kronzek y Elizabeth Kronzek
Incluido con propósitos documentativos, no modificar.
 
   Artículo transcrito o recopilado por Jakeukalane
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