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Shen

   Shén ch., «espíritu», «divinidad». En el taoísmo designa:

1. Las divinidades que habitan el universo y también, según la concepción de algunas escuelas, en la interioridad del cuerpo.
2. El espíritu o personalidad espiritual, una de las tres energías vitales del ser humano.

El macrocosmos o universo está habitado por 36.000 divinidades, que según la concepción de la Escuela de la Higiene de las divinidades interiores, moran también en el interior del cuerpo humano. El adepto taoísta, si quiere alcanzar la inmortalidad, debe, por medio de diversos ejercicios de meditación y salubridad, evitar que abandonen el cuerpo. Cada uno de esos shen tiene su propio nombre y recibe una localización y una descripción precisas. Los más elevados son las «Tres Purezas» (San-ch'ing).

El shen como personalidad espiritual resulta de la unión entre el ch'ing, la esencia o simiente, y la energía primordial (yüan-ch'i) del universo, y entra en el cuerpo con la primera inhalación del ser humano. En el momento de la muerte, vuelve a salir de él. El shen tiene su sede en el campo de cinabrio superior (tan-t'ien = y rige en el hombre el sentir y el pensar. En la concepción confuciana, el shen es el elemento espiritual que reside en las tabletas utilizadas para el «culto de los antepasados».

Según las escuelas de meditación taoísta, el shen microcósmico comprende dos aspectos: el shih-shen (shì-shén), la mente o conciencia empírica, y el yüan-shen (yuánshén) o consciencia espiritual [o primordial: principio espiritual de la personalidad]. El shin-shen consiste en los sentidos y la sensibilidad en general, las percepciones, los pensamientos, etc., de los que el hombre se apropia en el curso de su existencia. El yüan-shen, o componente propiamente espiritual, subsistía ya antes del nacimiento. Es parte de la energía que compenetra la totalidad del universo. Después del nacimiento, permanece imperceptible, pues lo encubre el shih-shen. Según las doctrinas taoístas, por medio de la meditación (nei-tan) es posible hacer aflorar nuevamente el yüan-shen y excluir el shih-shen.

A menudo se pone el concepto de shen en oposición al de kuei. En tal caso, shen designa los espíritus, de cualidad yang, y kuei los entes demoníacos, de cualidad yin (Yin-yang).

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