Alicantos

De Bestiario del Hypogripho
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Representación artística contemporánea de un Alicanto, por Icarito.
Este artículo contiene una aproximación investigativa sobre temáticas correspondientes a mitos antiguos y/o leyendas orales.
Mitología chilena:
Alicanto

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Descripción[editar]

El Alicanto (o Alidanto) es un ave parecida a un gallo grande de cabeza pequeña como la de un cisne, pico encorvado, patas largas terminadas en garras, mirada compasiva y amistosa que lanza pequeños destellos dorados o plateados.

Se alimenta de metales preciosos (oro y plata) y su plumaje es de diferentes colores metálicos según su dieta. Tiene destellos de luz en sus alas (principalmente) y todo su cuerpo, si es goloso de plata será argentado.

Posee un elegante vuelo cuando tiene el estómago vacío pero al llenarlo no puede volar debido al peso de los metales.

Los mineros lo siguen porque saben que él los guiará a ricos yacimientos donde vive o se alimenta. Los Alicantos hembra son más pequeños que el macho y ponen dos huevos muy valiosos y mágicos de oro o plata.

Poseen hábitos nocturnos y son muy huidizos. Su cuerpo brilla en la noche y no proyectan sombra alguna. Tiene un cloqueo que suena como golpe de chapas o un gong.

Son seres celosos de su alimento, por ello el minero debe seguirlo con cautela porque si el Alicanto lo descubre tratara de volar e irse lejos o distraerlo dando pasos rápidos o lentos, deteniéndose a cada paso y desapareciendo y apareciendo por momentos, además puede ocultarse en grietas sin dejar ningún tipo de huella; pero si el minero insiste en seguirlo, el Alicanto lo ciega temporalmente con un destello dorado. Si es perseguido puede oscurecer sus alas y se pierde entre las sombras, pero si percibe que la codicia del minero es demasiada lo guía a un precipicio y de allí a su muerte.

Si se logra llegar a la guarida del Alicanto no debe arrebatársele el alimento enfrente de sus narices porque se podría perder la mano o la vida misma. Es más conveniente esperar que termine de comer y se retire o duerma.

De día el Alicanto duerme sobre piedras con las alas extendidas, si alguien consigue cazarle, lo guiará hasta los secretos del mundo y lugares llenos de oro y plata.

Sus plumas son ingredientes para pociones y encantamientos, son muy valiosas y codiciadas.

Este pariente[r 1] sudamericano de los Fénix no es inmortal pero es muy longevo ya que alcanzan a vivir trescientos años.

Mitos y supersticiones recogidos de la tradición oral chilena[editar]

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Un Alicanto, por JohnnyMellado.

Talagante[editar]

El Alicanto es un pájaro nocturno que busca su alimento en los criaderos de oro y de plata. El Alicanto que come oro se señala por la luz áurea que destellan sus alas, cuando corre con ellas abiertas, pues no puede volar, y el que come plata se da a conocer por la luz argentada que las mismas irradian.

La causa por que el Alicanto no puede volar, no reside en sus alas, que son perfectamente normales, sino en su buche, por la pesadez de los alimentos que ingiere. Cuando está ayuno, corre con mucha ligereza; después de harto, se mueve muy lentamente.

Los buscadores de minerales preciosos creen su fortuna hecha si logran tener por guía a un Alicanto, pues es seguro que los llevará al descubrimiento de algún oculto tesoro. Sin embargo, para seguirle deben adoptar muchas precauciones, pues si el pájaro lo advierte, apaga la luz de sus alas y se escabulle en la obscuridad. También se dice que cuando nota que van tras él, toma otro camino y guía a sus perseguidores hacia algún precipicio, que la densidad de las sombras les impide evitar.

Santiago[editar]

El Alicanto es un pájaro que se alimenta del oro o de la plata que extrae de yacimientos que él sólo conoce. Habita en pequeñas cuevas, y la hembra pone únicamente dos huevos, cuya cáscara está formada de la misma materia de que la pájara se alimenta, es decir de oro o de plata. Santiago.

San Bernardo[editar]

El Alicanto es un pájaro cuyo plumaje brilla en la obscuridad. Se posa en los sitios donde hay oculto algún tesoro; particularidad que utilizan en su provecho los cateadores (buscadores de minas), y los que persiguen entierros (riquezas escondidas). San Bernardo.

Familia de mitos[editar]

El mito del Alicanto pertenece a la misma familia del Carbúnculo o Carbunclo y del Farol de las repúblicas del Plata. Sobre esto dice el P. Techo, citado por Lafone Quevedo: «Tan cierto es que en aquel valle existen ocultas minas de ricos metales, como ignorado es el local de ellas; porque los bárbaros, de miedo de tenerlas que trabajar, hasta el día de hoy las conservan tapadas. Dicen que de noche suele verse un animal que de la cabeza despide una luz descomunal, y muchos opinan que esa luz es un carbunclo; pero hasta ahora hase podido ni capturar ni dar muerte a tan peregrina fiera, a pesar de tanto esfuerzo porque se burla de las manos y de los ojos de los hombres apagando su iluminación en medio de la obscuridad»[b 1][b 2].

Referencias[editar]

Las Referencias aluden a las relaciones de un artículo con la "vida real".
  1. Los Alicantos no son un tipo de fénix realmente, pero sí son muy similares a ellos y por eso son llamados "fénix sudamericanos".

Bibliografía[editar]

La Bibliografía se compone de recursos informativos que existen en la "vida real".
  1. Tesoro de Catamarqueñismos, 129, art. «Farol».
  2. Vicuña Cifuentes, J. (1915): Mitos y supersticiones: recogidos de la tradición oral chilena: con referencias comparativas a los otros países latinos. Santiago de Chile : Impr. Universitaria. En línea: Memoria chilena.

Enlaces externos[editar]

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Los Alicantos
   Artículo redactado por Alejo Ahrensburg
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