Aeromundo
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El Aeromundo es un planeta de islas flotantes, bastante similar histórica y culturalmente al prototipo de Terra, pero con distintas propiedades físicas, geológicas y atmosféricas.
Se trata de un mundo de islas que flotan en la atmósfera. El océano se encuentra cientos de betros por debajo de estas islas.
Islas flotantes[editar]
Se cree que las islas se mantienen en su lugar atmosférico por sus grandes depósitos internos de Emergonita, un material de gran capacidad de flotación. El exterior de las islas es terroso.
Por otro lado, existe el misterioso Magnizemito. Se cree que este metal es el responsable de mantener las islas alineadas en lugares específicos del campo magnético del Aeromundo, impidiendo que se muevan a la deriva libremente con los vientos.
Las islas flotantes naturalmente varían en tamaño, desde unas pocas decenas de betros, hasta casi cien kilóbetros de diámetro.
Vale mencionar que los vientos y lluvias causan erosión, por lo que las islas "puntiagudas" sin componentes suficientemente sólidos tienden a aplanarse por si mismas.
La altura de las islas se determina por su contenido de Emergonita y la densidad de la capa de la atmósfera. En capas inferiores, hay mayor densidad, por lo que las islas tienden a flotar o "emerger". En capas superiores la densidad va disminuyendo, por lo que las islas tienden a caer; y así hasta hallar un equilibrio.
Actividad cultural y humana[editar]
Por otro lado, muchas islas no eran originalmente de superficies planas, pero han sido aplanadas por la actividad humana por practicidad de asentamiento y cultivo. Sin embargo, esta dinámica no es universal: algunas culturas están adaptadas a las islas montañosas sin lugares llanos.
Superficie oceánica[editar]
Muy por debajo de la altura de flotación de la vasta mayoría de islas se encuentra la superficie sólida del planeta. Este es un océano oscuro, muy salino, con vastas extensiones de algas. Sobre él hay una atmósfera neblinosa y densa, que a los humanos les cuesta respirar. Aparentemente no hay "tierra firme" en ninguna cantidad significativa; sólo algunas lúgubres rocas oscuras e inhabitables sobresalen, azotadas por olas increíblemente grandes.
A las dificultades del entorno se le suma que es difícil hacer que una aeronave sea suficientemente pesada para "aterrizar", y luego suficientemente ligera para "volver". Quienes caen al vacío, por lo tanto, se dan por perdidos.
Ni siquiera los países más avanzados visitan la superficie oceánica regularmente. Los francosos han enviado temporalmente alguna expedición científica, con resultados desalentadores. Por si fuera poco abundan los testimonios de enormes y peligrosas bestias marinas.
Exploración[editar]
La geografía abierta del Aeromundo, paradójicamente, ha limitado la exploración. Las aeronaves tienen muchas dificultades para ser autosustentables, puesto que no pueden pescar.
La cacería de aves migratorias da resultados extremadamente limitados; aún extendiendo redes, el rango es mínimo, puesto que las aves abatidas caerán al vacío y al océano debajo, sin poder ser recogidas. Esto causa que los barcos deban llevar por anticipado todos sus suministros alimenticios y de bebida.
Como resultado de este rango de operación limitado desde las "costas" de las islas flotantes, vastas extensiones del Aeromundo quedan sin explorar.
Poderes místicos[editar]
Los poderes místicos en el Aeromundo no derivan del mundo en si, sino que derivan de la relación con especies místicas en particular.
Las especies conocidas bajo el término amplio de "espíritus" solían ser comunes en el Aeromundo; sin embargo, con el auge de la industrialización, han sido exterminadas o prácticamente exterminadas en casi todo el rango de las "tierras civilizadas". En los resquicios de las tierras civilizadas donde no han sido exterminadas, la relación ha pasado a un antagonismo completo, por lo que los humanos que allí viven ya no tienen acceso alguno a sus poderes. En los bosques montañosos más remotos del Empir Francophone los pocos espíritus que quedan son cazados como bestias; en la Gloriosa Bretaña se dice que ya no hay ninguno hace siglos.
Para los Japponeses, empero, la relación con los espíritus sigue siendo importante. Especialmente los Restauracionistas Imperiales cultivan un buen intercambio de favores con los espíritus, que proliferan en sus islas flotantes. Se dice que el Emperador es un espíritu encarnado en forma humana. Aquellos leales al Shogunato, por otra parte, prefieren relacionarse con los misteriosos y potentes Dragones; los cuales, sin embargo, adolecen de bajos números.
Ubicación y propiedades Sub-versales[editar]
Existe en el llamado Aeroverso, definido como un Sub-verso de los muchos dentro de la Metásfera Zzsh.
Se considera uno de los Fragmentos de Terra en una categoría alejada del prototipo, por sus diferencias fundamentales en la dinámica planetaria.
Los análisis indican que el Aeromundo no es único en el Aeroverso, sino que dinámicas similares ocurren en otros planetas. Esto estaría relacionado con las Variables Planares, y, a su vez, con sus Demonios Múndicos.
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